Historia

Una oportunidad para cambiar de vida


Se calcula que hay al menos 900 jóvenes en Quibdó organizados en bandas que contribuyen a que los índices de inseguridad aumenten. Esta cifra representa un gran número, teniendo en cuenta que los principales problemas de inseguridad de la zona se deben a la presencia de pandillas juveniles. Igualmente, la reducción de escenarios deportivos, la falta de oportunidades laborales y el poco apoyo al talento son los motivos que contribuyen a que los jóvenes en Quibdó decidan levantarse en armas.

La Escuela de Formación Artística Mama - Ú es un espacio de enseñanza y aprendizaje en Danza, Música y Teatro pensado para que niños, niñas, adolescentes y jóvenes en condición de vulnerabilidad de Quibdó potencien sus habilidades artísticas y aporten a la construcción de paz. Este centro cultural basa sus actividades en el proceso formativo a partir de herramientas culturales que permitan crear entornos protectores y de resistencia al conflicto. 

Mama-Ú tiene historias por compartir. Historias de bailarines, cantantes y actores que forman parte de este proceso formativo, que al llegar a esta familia recuerdan su cotidianidad enfocada en la violencia. Desde este Centro Cultural se puede evidenciar el cambio y la alegría en sus caras, se puede ver la pasión con la que trabajan para fortalecer sus talentos y hacer lo que les gusta.

Historias como la de Paola, a quien llamaremos así en este relato, una niña de uno de los barrios más vulnerables del municipio de Quibdó. Paola llegó al Centro Cultural Mama-Ú llena de miedo porque la gente revelaba detalles violentos de su vida.

Pertenecía a grupos vandálicos, robaba y recurría a la violencia para intimidar a las personas. Al ingresar a la familia Mama-Ú, alguna vez se retiró y perteneció a otro grupo. En el nuevo grupo da la casualidad que se perdió un celular y todo el mundo aseguraba que era ella, por esta situación se presentó mucho sufrimiento, lo que deseaba Paola era bailar, hacer lo que le apasionaba y formarse en este arte como la mejor. 

Un día cualquiera, la promotora cultural de Mama-Ú convocó a una reunión y dijo: “Mama-Ú es nuestro hogar y en nuestro hogar no se pierde absolutamente nada, ¡en nuestro hogar no se roba! ¡no se maltrata! ¡no se grita! ¡no se insulta! ¡en nuestro hogar se respeta!”.

Que felicidad para todos cuando a partir de esas palabras, Paola se acercó a Belkis y le dijo: yo vengo a sincerarme con usted y a darle las gracias por haber permitido que yo entrara a la familia Mama-Ú. Yo si andaba en pandillas y estaba empezando a hacer cosas malas, mi mamá me hablaba y yo no obedecía, porque prefería a mis amigos. Algunas veces me ofrecieron drogas, no las quise pero si me mandaron a atracar como prueba y atraqué a alquien. Pero hoy en día estoy limpia, gracias al apoyo que me ha brindado Mama-ú, yo quisiera seguir en la escuela. 

Efectivamente sigue en Mama-ú, se sinceró con todos, contó su historia y dijo cómo había sido el proceso desde la escuela y las malas compañías.

Actualmente, gracias al proceso que ella lleva en el Centro Cultural Mama-Ú con la Danza, la Música y el Teatro (porque participan en todas las disciplinas) es una joven que decide aportarle a la paz y contar su historia para que cada día más niños, niñas, adolescentes y jóvenes dejen las calles, las armas y la violencia para construir un ambiente lleno de arte y cultura. 

Para el Centro Cultural Mama-Ú es satisfactorio que cada vez quieran involucrarse en el arte y aportar al cambio de Quibdó. Fortalecer sus talentos y demostrar que hacer lo que le gusta desde un ambiente sano y feliz, ¡si paga!

¿Qué esperas para ser parte del fortalecimiento de estos talentos? ¡NO te quedes por fuera y apoya el futuro de estos niños, niñas, adolescentes y jóvenes! ¡Comprométete con el arte y haz tu donación para quitarle fuerza a la violencia! 


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