Soy una joven de 19 años de escasos recursos y todos los días me despierto angustiada porque debido a una mala gestión, tengo una deuda de 1’838.000 pesos con el ICETEX. Hace un mes terminé mi segundo semestre en psicología en la Universidad del Norte, pero el próximo semestre no podré estudiar. 

Hace un año, una señora llamada Ana me dijo que hacía parte de una fundación que ayudaba a jóvenes a entrar a la universidad sin pagar nada. Fue ella quien realizó todo el proceso de ingreso y me hizo entrar a la universidad en la línea del 25% de ICETEX, lo que significa que debo pagar el 25% de mi matrícula cada semestre. 

Ella me hizo creer que entraría en la línea del 0%, lo que significa que no pagaría nada durante mi carrera y empezaría a pagar cuando empiece a trabajar. Sin embargo, hizo el proceso mal, me bloqueó y desapareció, dejándome con una inmensa carga encima.  Me llaman todo el tiempo a decirme que debo pagar de inmediato o le harán retención salarial a mi vecina, quien se ofreció a ser mi deudora solidaria para la inscripción. 

La única solución que me da ICETEX es que pague el 50% de los montos que han girado para cambiarme de línea, pero no entienden que no tengo cómo hacerlo. Mi mamá es vendedora ambulante, tuvo covid, el cual le dejó secuelas fuertes y era la única persona que traía recursos económicos a la casa. 

Por eso, le pido atentamente al ICETEX y al Ministerio de Educación que me permitan hacer parte de la línea de crédito del 0%, para pagar la deuda cuando empiece a trabajar y que me dejen renovar el crédito para terminar de estudiar.

Esta petición no es solo por mí, la hago en nombre de todos los estudiantes que tienen deudas impagables con ICETEX, lo que no les permiten cumplir su sueño de estudiar. ¡Aquí estamos y no nos rendimos!  

El encargado de recibir el dinero de esta Vaki será María José Vásquez Martínez.