Historia

He visitado desde hace al menos un año algunos barrios informales de Soacha, allí he podido observar y conocer las realidades tan precarias que viven muchos y muchas compatriotas. Empecemos por el transporte y las vías del sector, luego de salir por la vía a la vereda Panamá usted sólo podrá transitar en vehículos de doble tracción particular ya que no hay transporte público o a pie puesto la condición de la única vía es rústica, está sin pavimentar  y es zona montañosa  lo cual dificulta el acceso a la zona. Además, estas personas se ubican en barrios informales en donde es común ver casa entre tablas, latas y polisombras, sin servicio de agua, ni gas, ni alcantarillado. No es solo el asunto de la vivienda lo que complica la calidad de vida de los pobladores sino factores como el trabajo que en esta zona está asociado a la extracción de materiales para construcción formales o informales, además de reciclaje y  mano de obra en la carbonera. Estas formas de empleo son pagadas al día y por supuesto, mal pagas además no cuentan con seguridad social de ningún tipo. En el sector no hay cultivos de alimentos para la subsistencia por la misma estructura económica del lugar y en promedio hay unos 4 barrios con al menos 2500 familias cuyo promedio de personas son 6 de los cuales hay 3 niños o niñas y adolescentes y uno o los dos padres acompañado de algún abuelo. 

 Esta situación de precariedad ha ido empeorando con las políticas (necesarias) de cuarenta en consecuencia del aumento de contagios en el país de COVID-19. Ahora estas personas que salían a diario a buscar el sustento de sus familias  no lo puede hacer pues la mayoría de estos trabajos no son de primera necesidad, por lo que, no hay trabajo y en consecuencia no hay para comer. Frente a esta situación pongo en conocimiento e invito a todas las personas que tenemos medios para poder ayudar a familias desfavorecidas en Soacha Cundinamarca, a través de sus donaciones podremos comprar mercados que sean balanceados y no perecederos para personas que hoy están confinadas y sufren el pánico del virus pero además el terror de no poder alimentar a su familia.

Con esto lograremos aportar a una solución inmediata ante una necesidad básica de cualquier ser humano, el poder alimentarse, lo cual, entre otras cosas puede dar paz y apaciguar el desespero de padres y madres de familia que se encuentran entre la espada y la pared porque no es tan fácil elegir entre contagiarse de un virus que puede ser letal o morir de hambre.

 Nosotros gestionaremos la compra distribución no amañada de los mercados y como garantía de que estos recursos se destinarán a lo que aquí se propone, esperamos poner a disposición de los donantes, los balances y vídeos que muestren a las familias y su entorno una vez se empiecen a distribuir los mercados. 

 Este es un momento crucial en el que podemos apoyar a nuestro prójimo con un aporte voluntario que alimentará bocas en medio de esta crisis. Su aporte, sin importar el monto permitirá dar a familias vulnerables la tranquilidad de poderse alimentar. Por lo que usted le habrá quitado un peso de encima a ese papá o esa mamá que hoy sale a la calle a rebuscarse que conseguir para comer pese a la política de cuarentena y a las restricciones de la policía y el ejercito porque les aquejan los estómagos de sus seres queridos. Por favor, apoye esta causa y compártalo con familia, amigos, compañeros de trabajo y conocidos a través de redes sociales para que unidos consigamos ayudar a estos niños, niñas, abuel@s, madres y padres de familia que hoy  más que nunca nos necesitan. 

 

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