En Valle del Cauca viven Dilan y Samuel con sus respectivas familias. Ambos son niños en situación de discapacidad que, además de los retos que implican en sí vivir con capacidades especiales en Colombia, se encuentran en una situación dramática a nivel de vivienda y servicios públicos.

Dilan es un niño de 9 años que vive en el municipio de Ulloa. Tiene discapacidad cognitiva, estravismo y una malformación congénita del miembro superior, lo que lo hace completamente dependiente de su familia y círculo de apoyo para movilizarse y sobrevivir. Junto son su madre y sus dos hermanos menores, vive en una invasión conocida como el brillante.

Las condiciones en las que viven son en extremo difíciles: reside en una casa de bareque que fue construida por su madre, sin acceso a agua potable ni a luz, a pocos metros de un caño de aguas negras. En una vivienda en la que es imposible garantizar la vida digna de su familia y menos la de él mismo.

Por el otro lado, Samuel a sus 10 años cuenta con autismo y vive con su madre, su padrastro y sus hermanos en el barrio Roberto Tulio Lora en Cartago, Valle del Cauca. Así como Dilan, las condiciones en las que vive son delicadas. Su casa está construida en guadua y lata sobre una loma en la que, para llegar, se debe pasar por una pendiente muy peligrosa, sin ninguna medida de seguridad o protección. Una pendiente que, se vuelve más arriesgada cada vez que llueve y se llena de lodo. Al igual que Dilan, no tiene acceso ni a agua potable, alcantarillado o luz.

Tanto Dilan como Samuel y sus familias, son niños que, como cualquier otro, tienen sueños y anhelos de poder superarse y ser felices. Sin embargo, por la lotería de la vida, nacieron en condiciones médicas y sociales que, sin apoyo, difícilmente lograrán romper las barreras que los limitan.

Por lo anterior, acudimos solicitando la ayuda de todos quienes, con una mano en el corazón, puedan apoyar a conseguir los recursos que se requieren para la construcción de unas nuevas viviendas para Dilan y Samuel. Gracias a donaciones particulares ya logramos conseguir los lotes en donde se asentarán las casas. Ahora solo faltan alrededor de $150.000.000 que vale la construcción de las dos viviendas.

No debería ser posible que ningún niño, en Colombia o en otra parte del mundo, tuviera que vivir en condiciones tan difíciles. Colombia necesita de personas que sean capaces de luchar por el otro, de trabajar activamente por la construcción de un mejor país. Hoy acudimos a ustedes precisamente suplicando su ayuda, para construir una mejor nación, por lo menos para Dilan y para Samuel.

La iniciativa es impulsada por personal y directivos de INTEI, así como por un equipo de voluntarios:

En el municipio de Cartago y en todo el Valle del Cauca, el Instituto de Terapia Integral (INTEI) lucha todos los días por contribuir a que los niños, niñas y adolescentes en situación de discapacidad puedan tener una vida digna.

Desde 1986 el INTEI ha venido trabajando con centenares de niños, niñas y adolescentes que, por una u otra razón, requieren de una asistencia especial y de quienes sus familias necesitan un apoyo para su cuidado y rehabilitación. No obstante, debido a que el INTEI depende casi que exclusivamente de los recursos que gira la Nación por medio del ICBF y de las donaciones particulares, el dinero no siempre alcanza para lograr la atención completa de todas las necesidades.

En esta ocasión, el cuerpo docente y directivo del INTEI, así como un grupo de voluntarios, estamos trabajando por encontrar una solución a la situación de habitabilidad de dos de nuestros niños.