Historia

Por primera vez en Colombia y Latinoamérica, una importante finca lechera que hasta ahora venía produciendo más de 300 litros de leche al día y vendiendo su producción a la más grande empresa de productos lácteos del país se convertirá en un santuario animal.

Natalia Gutiérrez Rivera, la productora lechera dueña de esta explotación, decidió trabajar de la mano con la Fundación Santuario Animal Namigni para encontrar una manera económicamente viable de terminar la actividad lechera de su finca. Este proyecto tiene como objetivo recaudar COP$95.000.000 para jubilar las 29 vacas lecheras de la finca y otros animales, ceder la finca para que se convierta en un santuario animal, y ayudar Natalia a cambiar de actividad económica en la misma finca, creando actividades de generación de ingresos ecológicas y totalmente alejadas de la explotación animal, así remplazando de forma sostenible la actividad económica pecuaria que hasta ahora desarrollaba.

Desde el 15 de diciembre de 2020, cuando empezamos a desarrollar esta colaboración, la finca lechera entregó dos vacas mayores al Santuario Animal Namigni, Chloé y Luanda, que quedaron inmediatamente jubiladas en vez de terminar en un matadero, como siempre sucede con las vacas lecheras mayores descartadas por las fincas lecheras. 

Al mismo tiempo, todos los terneros nacidos en la finca lechera desde entonces fueron entregados al santuario, en vez del trágico destino que siempre espera los terneros descartados por la industria lechera: el matadero. Natalia también entregó al Santuario una burrita abuelita, Lupita, y una cabra lechera también mayor, Casilda. Con esa transición, también quedó decidido que el Santuario Animal Namigni se trasladaría a la finca, para empezar a funcionar desde algunos de los espacios y trabajar en la planificación de los proyectos de ecoturismo y otras actividades sostenibles de sustitución de ingresos lecheros de la finca.

Como parte de este acuerdo, llegamos ahora a un momento decisivo: con efectos desde 17 de junio, esta finca ganadera termina completamente su actividad lechera. Las 29 vacas lecheras y los 3 terneros machos de 7 meses de la finca se integran a la manada del santuario, que ya ocupó toda la finca, pero necesitamos recaudar los COP$95.000.000 que hay que entregar a Natalia para que pueda entregar formalmente estos 32 bovinos a la Fundación Santuario Animal Namigni y construir, con nuestro apoyo, actividades alternativas de generación de ingresos que respetan los animales y que prueben que el cambio es posible y que de hecho puede traer aún más éxito que la explotación lechera.

Como defensores de los derechos de los animales y veganos realistas y pragmáticos, y como testigos directos de los horrores de la industria lechera (estamos ubicados en La Calera, Cundinamarca, un municipio de importante producción lechera), sabemos que un cambio como este tiene un valor indescriptible. 

Los ganaderos que viven de la explotación animal lo hacen porque esa es su actividad económica y porque les puede generar ingresos importantes. Decir que lo que hacen es injusto y horrible es cierto, pero no cambia nada para las vacas afectadas por la explotación lechera. Sin embargo, si toman la iniciativa de cambiar de actividad y buscar colaboración, como lo hizo Natalia, dan a sus animales y a la comunidad animalista la oportunidad de construir un cambio histórico—que puede, además, volverse un poderoso ejemplo que otras personas que viven de la explotación animal quieran seguir, para tener actividades económicas éticamente aceptables y sostenibles. Al final, con apoyo y entendimiento, un cambio que de otra manera no podría ocurrir se vuelve posible y transformador. ¡Pero eso se puede lograr apenas con tu ayuda!

A la fecha de hoy, aún antes de esta transición, el Santuario Animal Namigni es un hogar feliz y seguro para 200 animales de muchas especies, desde luego para casi 60 bovinos rescatados de la industria lechera y ganadera. 

A través de un esfuerzo personal nuestro, como sus fundadores, y con la ayuda de amigos y donantes, todos los días brindamos a gallinas, perros, ovejas, conejos, gatos, toros, cerdos y otros animales el amor, los cuidados y el respeto que merecen. Estamos personalmente muy comprometidos con seguir brindando a otros animales el hogar natural y seguro que necesitan cuando se encuentran en riesgo. Estamos absolutamente convencidos de que hay que corresponder a este reto y ayudar estas 29 vacas y 3 terneros a que puedan ser libres, así como sus bebés (muchas de estas vacas están embarazadas), pero no lo podemos hacer sin ti.


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