Historia

La llegada de la pandemia provocó sin dudas uno de los impactos más severos, nunca antes vistos, sobre la continuidad de millones de estudiantes en el sistema educativo del país. Hoy día, el confinamiento prolongado ha pasado a un segundo plano y la reapertura gradual de las escuelas ha permitido que miles de estudiantes puedan reanudar sus estudios de forma presencial. No obstante, la continuidad de otras problemáticas han vuelto a poner sobre la mesa la amplia variedad de obstáculos que aún mantienen aleajdos a miles de niños y niñas del sistema educativo.


Tan diversa es la sociedad colombiana como diversa es la mezcla de sus problemas, y el documental Brave Children retrata parte de esta situación. Save the Children Colombia siguió los pasos de tres de sus beneficiarios apuntando su lente a tres regiones distintas de nuestra geografía, donde la migración, la pobreza y la violencia aún moldean los contextos que determinan qué niños, niñas y jóvenes pueden recibir formación o asistir a una escuela.


Evelyn*, en Nariño, nos cuenta desde el principio los estragos del desplazamiento forzoso, un síntoma dramático de un conflicto violento que parece no tener final. Su historia, aunque difícil, revela que es posible un camino distinto fuera de la guerra y donde el deporte se presenta como una alternativa que puede salvar vidas y remediar grandes problemas. A través del baile y el deporte Evelyn* motiva a sus amigos a ser valientes como ella, soñando con ser bailarina profesional.  


Andrés*, por su parte, nos ofrece un panorama donde la marginalidad y la pobreza aún pintan un paisaje recurrente en millones de hogares colombianos. Su historia también se cruza con la violencia, la misma que no le ha permitido retornar a su escuela, pero que no ha destruido sus esperanzas de construir para sí mismo y su familia un futuro lleno de oportunidades a orillas del puerto más grande del Valle del Cauca. Andrés* sueña con ser un gran diseñador gráfico o profesional en el idioma inglés.


Sergio*, finalmente, nos muestra la resiliencia de miles de migrantes venezolanos que hoy día cruzan la frontera sin rumbo fijo, pero con el deseo sincero de una vida mejor. Niños y niñas migrantes, efrentan barreras constantes para el acceso al sistema educativo en un país donde la xenofobia aún está a la orden del día. Sergio* disfruta, en su tiempo libre, de crear lámparas, bafles, cargadores para celular, entre otros, haciendo uso de piezas desechadas con el sueño latente de estudiar informática o electrónica.  


Los casos de Evelyn*, Andrés* y Sergio* son solo ejemplos que condensan miles de historias y rostros de niños y niñas que merecen un futuro distinto. Personas como tú pueden romper este ciclo negativo que aún mantiene alejados a niños y niñas de lograr un futuro brillante, con tu ayuda la historia de Evelyn*, Andrés* y Sergio* podrá ser distinta próximamente y a través de esta Vaki tu contribuación podrá generar grandes cambios en sus vidas.


¡Anímate a donar en esta Vaki Social y juntos cambiemos la vida de nuestros tres valientes!

Vakers

No hay vakers que mostrar