Historia

En el sector Ilhotas de la ciudad de Teresina, Brasil, se sitúa una asociación de acogida a personas con vulnerabilidad llamada "Fraternidade", un espacio de aprendizaje y convivencia para los moradores del sector, sobre todo niñas y niños, cuyo propósito es el de promover una cultura de paz. 


“Fraternidade” surge como una iniciativa para juntar a los moradores vulnerables del sector y desarrollar actividades de cuidado a través de estrategias basadas en prevención de daños. 


Actualmente, en sus aulas se desarrollan actividades pedagógicas como el refuerzo de actividades escolares, a las que se complementan otras como ballet, skate y judo. A través del voluntariado se sostienen los servicios de pedagogía, psicología infantil y odontología, además de la reparación y venta de ropa de segunda mano, y en las tardes las aulas se destinan para dictar cursos varios. En la asociación también se lleva a cabo la recepción, pesaje y clasificación de residuos sólidos a ser vendidos a recicladoras locales, con el fin de sumar fondos. Esta ardua labor implica la manipulación de una diversa cantidad de residuos, incluyendo peligrosos, así como la presencia de vectores. Rita Cassia y Mantovani Lopez, los fundadores, nos cuentan que preservar este espacio demanda tiempo completo, por lo que actualmente les resulta difícil poder trabajar para generar ingresos propios.


Una de las situaciones que impide el desarrollo normal de todas las actividades, es que al momento en que se supera la capacidad energética al permanecer encendidos los computadores, luminarias, ventiladores y aire acondicionado, las aulas se quedan sin luz. Las niñas y niños, habituados a este acontecimiento, inmediatamente abren las ventanas para permitir que la luz natural ingrese y así continuar con sus actividades. 


Luego de un análisis del suministro y costes de la energía, así como del uso de la misma, dicha problemática podría solventarse a través de la sustitución de instalaciones y aparatos eléctricos ineficientes, como el reemplazo de disyuntores monofásicos por trifásicos, luminarias incandescentes tradicionales por luminarias LED y tubos fluorescentes de tipo T5, y la modificación de la disposición de las lámparas en una de las aulas.


De manera complementaria, en este plan conviene incluir un programa de concientización y buenas prácticas de eficiencia energética para las personas de la asociación, promoviendo la utilización adecuada de los aparatos eléctricos, y disposición final de las luminarias. 


En ese sentido, la importancia de la eficiencia energética radica en mejorar el desempeño de las actividades, el ahorro económico de la institución, repercutiendo a su vez en la disminución de impactos ambientales por la reducción de la demanda al servicio eléctrico y la consecuente emisión de toneladas de dióxido de carbono. 


Esto implica un presupuesto con el que no se cuenta, pero que permitiría el desarrollo adecuado de las actividades que representan el resultado del esfuerzo de Rita y Mantovani por preservar un espacio sano para los niños y personas vulnerables del sector, y que ha generado un impacto social significativo en la comunidad, puesto que las actividades que se desarrollan permiten estimular la creatividad, el desempeño académico, e incentivar el deporte, todo ello en un ambiente sano.


Si bien las problemáticas sociales persisten, y la exposición de las personas a escenarios de violencia doméstica continúa representando un riesgo para su desarrollo y calidad de vida, “Fraternidade” se ha convertido en su segundo hogar. Es por ello que mejorar las condiciones para el acceso a una mejor cobertura eléctrica, permitirá que muchos niños y niñas, jóvenes y adultos puedan seguir aprendiendo en un espacio seguro. 


"Se pode sonhar, pode fazer". ("Si puedes soñarlo, puedes hacerlo"). 

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