Como decía en reciente columna Mercedes Posada Meola: "A Judith le gustan Serrat y Sabina tanto como el Joe Arroyo y Petrona Martínez. Lleva el porro, la cumbia, el vallenato y la champeta en la piel y reconoce el poder que tuvo la gaita en las horas más oscuras que vivieron las comunidades en Montes de María por cuenta del conflicto armado. Ha sido una defensora incansable de la paz del país y una convencida de que la educación y la cultura son el motor del cambio. “La educación nos iguala”, repetía en sus discursos y actuaba en consecuencia. Durante su mandato la escuela fue el centro y se construyeron más de 20 nuevos colegios y cuatro mega-colegios en zonas vulnerables de la ciudad. 32 mil adultos aprendieron a leer y a escribir y Cartagena se convirtió en la primera ciudad libre de analfabetismo. Las Fiestas de la Independencia rescataron el valor conmemorativo por el que había luchado el Comité Revitalizador y, por primera vez, las discusiones sobre racismo, diversidad sexual, discriminación, violencia de género y exclusión tuvieron un lugar en la agenda de un gobierno. Hago este recuento para drenar con la memoria el dolor y la indignación en el corazón que me produce saber a una mujer de este talante condenada (injustamente) a 12 años de cárcel. (...)" 

Todas las personas que nos indignamos con lo ocurrido y queremos poner nuestro grano de arena podemos ayudar a Judith, Arturo y María José a sobrellevar este doloroso momento. Los y las invitamos a contribuir con cualquier suma de dinero que ayude para pagar los gastos adicionales, organizar sus cuentas sin un ingreso importante y re-programar la cotidianidad en los próximos meses y quizás años.

Yo, Rosa Inés Ospina-Robledo, soy la madrina de María José y encargada de administrar esta Vaki y recibir el dinero para Arturo y María José!