Historia

Desde hace algún tiempo, somos espectadores de una puesta en escena cuyos actos han terminado con el favorecimiento de unos pocos y el empeoramiento de las condiciones de vida de las grandes mayorías. Cuando no son los políticos con vínculos mafiosos los favorecidos, son los banqueros, los altos mandos militares involucrados en asesinatos de civiles, los capitales extranjeros o las casas políticas regionales del país.


Como parte de esa franja de espectadores molestos e inconformes, hemos decidido tomar la iniciativa de lanzarnos a juntar el malestar y convertirlo en una voz sonante en lo que hemos denominado Común y Corriente; una apuesta comunicativa en donde el silencio y el murmullo se convertirá en una fuerza de corte transformadora. Nuestra idea es alimentar el sinsabor de los testigos del presente nacional, regional y local en miras de desatar una corriente de opinión, concomitante con la acción, en aras de construir un nuevo proyecto de ciudad, de región y de país. Común y Corriente aspira a constituir un espacio de todos aquellos que se indignen contra la desigualdad y tengan el anhelo de una sociedad en paz con justicia social.


Por ello, en esta nueva apuesta las voces de nuestra sociedad plural, diversa y variopinta serán bienvenidas: voces de mujeres, de cuidadores de la naturaleza, de defensores de animales, de nuestras comunidades, de nuestros pueblos étnicos y raizales, de los artistas y de los excluídos y marginados; como también las voces académicas, juveniles, estudiantiles, rurales y, en definitiva, de la gente del común y corriente.

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