Historia

LAS MAMITAS DE Z11

---Sumercé, el amor de las madres rompe fronteras.---


Hace más de un año, nuestro día a día se convirtió en angustia, dolor e impotencia. Estamos enfrentando la injusticia más grande que cualquier colombiano puede vivir: ser víctima del Estado. Nuestros hijos Karo y Jonathan están siendo perseguidos por creer en un mejor país. Ahora está en nuestras manos buscar la mejor defensa legal que podamos conseguir y haremos hasta lo imposible por probar lo que está ya demostrado: en Colombia la Fiscalía está cazando presos políticos. 




Nuestros hijos, Karo y Jonathan se dedicaron al periodismo comunitario en Bogotá, Colombia, y su labor de denuncia los convirtió en objetivo del Estado. A sus 20 años de edad están enfrentando un proceso judicial amañado, motivado políticamente y podrían terminar con una condena de 45 años. 



Ellos son jóvenes de 21 años, juiciosos estudiantes, líderes, bellas personas que aportaban en nuestras casas y esa realidad se quebró. La Fiscalía de Colombia le declaró la guerra a todos los muchachos y muchachas que literalmente salieron a soñar un mejor país, uno menos desigual. Los satanizaron en los grandes medios de comunicación y los están utilizando para generar miedo. Pero nosotros confiamos no solo en el amor de madres, sino en que a la larga la verdad triunfa. Y ya va quedando claro que el proceso contra nuestros hijos no pasa de un burdo montaje judicial.



¿Cómo defendernos contra un gigante cómo el Estado? Toca con las uñas. Con el trabajo incansable de personas comunes y corrientes que a duras penas podemos llegar a fin de mes. Para nosotros, exigir justicia, mucho más complicado.


Quien debería cuidarnos es quien ahora quiere arbitrariamente encerrar a nuestros hijos. Por eso hoy nos toca acudir a ustedes, a todos quienes han soñado un país más justo, más equitativo, en el que todos, sin importar la condición económica, podamos ser escuchados y respetados. Lo que nos puedan donar será recibido con toda la alegría del mundo, pues nuestras familias dependen de poder pagar la infinidad de gastos que hay en un proceso judicial en Colombia, y sin esos costos extra de representación y defensa, es muy posible que el montaje judicial triunfe. 



Con todo el amor que una madre puede tener, les agradecemos conocer esta historia. Si no pueden donar, ayúdennos compartiendo este enlace. Los bendecimos a todos.


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